El caminante

A buen paso va
durante la noche un caminante.
Junto con él marchan
altos montes y sinuosos valles.
Hermosa es la noche.
Sin pararse avanza;
su camino lleva no sabe adónde.

Entonces canta en la noche un pájaro:
«¡Ay pájaro, pájaro! ¿Qué has hecho?
¿Por qué entorpeces mi mente y paso
y derramas dulce desconsuelo
en mi oído, que a fuerza debo
parar y escucharlo?
¿Por qué me atraes con saludos y cantos?».

Calla el buen pájaro y dice luego:
«No, caminante, a ti no te atraigo
con estos acentos;
atraigo a una hembra desde lo alto.
¿A ti qué te importa?
Solo aquí no me es la noche hermosa.
¿A ti qué te importa? Pues tú debes
caminar sin jamás detenerte.
¿Por qué sigues quieto?
Dime, ¿qué te hicieron
mis trinos, viajero?».

Calló el buen pájaro discurriendo:
«¿mis trinos qué pudieron hacerle¿
¿por qué sigue quieto?
¡Este pobre, este pobre viajero!»

0 Comentarios:

Publicar un comentario