Y me borraron no más el comentario los de Muela del Diablo, antro cultural, y hasta me quitaron la posibilidad de comentar en las publicaciones de su fanpage en Facebook. Me pregunto, entonces, si ahora, recién, se habrán contactado con Américo David Estevez Román (Saxoman) para solicitarle autorización por el uso de su nombre artístico en el concurso #SaxomanEnLaMuela (que, más allá de su incidencia, está hecho con un fin, la promoción de la Muela del Diablo, valiéndose de la atención mediática ajena, claro). Es pues triste, por no decir detestable, que se aprovechen del trabajo ajeno, ese que al fin comienza a dar frutos, y que lo hagan en forma alegre sólo porque "este nuevo fenómeno viral" (sic) tiene orígenes humildes y es de condición popular. Más triste, todavía, es que se justifique a tal acción calificándola de “homenaje”. ¿De qué homenaje hablamos? ¿Acaso la gente de la Muela del Diablo invitó a Saxoman a tocar en su local en ocasiones anteriores o, al menos, se ha planteado seriamente hacerlo? Ojo que no hablo de un vestido blanco con dorado o azul con negro, no hablo del anuncio intervenido de una marca extranjera que transmite valores incoherentes con los de su producto, hablo de un grupo de personas que conforman un grupo musical que vive de sus presentaciones, hablo de una familia.
No sé quién maneje la cuenta Facebook de este local, pero al no exponer argumentos y actuar de la form... ¡Oh! ¡Veo que además borraron el post del concurso y la imagen que acompañaba el mismo! Triste proceder... Mandaría al carajo lo hasta aquí escrito, PERO NO. Mejor hacerme más preguntas. ¿A qué se debe el no responsabilizarnos por lo hecho? ¿Tememos acaso invalidarnos a la hora de aceptar nuestros errores y pedir una disculpa? ¿Cuánto tiempo hemos de seguir practicando este deporte nacional? ¿Por qué no nos reconocemos en el Otro y optamos más bien por aprovecharnos y burlarnos con una crueldad que no es honesta? ¿De qué criterios nos valemos realmente a la hora de calificar un trabajo artístico o con intenciones artísticas? ¿Por qué respetamos el trabajo, constante o no, de algunos, pero no el de todas las personas?
Vivimos tiempos en que las marcas, las personas jurídicas, quieren mostrarse humanas, por no hablar de “humanización” de marcas empresariales. ¿Pero existe tal? Hablo de una empresa que ha contratado a alguien más para gestionar sus cuentas en redes sociales. ¿Con quién se habla entonces a la hora de gestionar un problema? La palabra Homenaje implica reconocimiento, algo así como conocimiento anterior aparentemente poco superficial. ¿Pasa eso con la Muela del Diablo respecto a Saxoman? ¿Hay comunicación directa por parte de la empresa dado que existen condiciones? Para quienes no lo sepan, siendo información que el mismo Saxoman comparte, americo_saxo@gmail.com es su dirección de email y 70526385 su número de celular. ¿Hay excusa que valga en el proceder de la Muela del Diablo? Es cierto que, lastimosamente, todos actuamos en busca de notoriedad. Nos colgamos unos de otros como chicle. Yo me estoy colgando de un acontecimiento y tú, lector, lo mismo, al prestarle atención a lo manifestado acá.
Pero esa sería una lectura pobre.
No es quién se adscribe a quién. Son los mecanismos usados en base a la accesibilidad, los intermediarios, la autoridad, el tono paternalista y las ganas de burlarnos o aprovechamos de personas, de familias. “Todo se vale” a la hora de conseguir mayor beneficio del que ya se goza. No sólo la Muela del Diablo, para sacarle una tajada a “este nuevo fenómeno viral”, se ha colgado de la atención mediática que ha conseguido Saxoman. Lo mismo hizo la gente de Red Uno en Notivisión y la gente de Unitel en la revista Al Despertar, invitando a Saxoman no para hacerle una entrevista como la que le hizo la revista Rolling Stone a Delfín Quishpe.
Apenas el suplemento Sociales&Escenas de El Deber nos facilita un decente, pero vago, perfil de Saxoman. Nos dice lo que algunos ya sabemos, que es sobrino de Dante Uzquiano (vocalista de Wara), que es nieto de Fernando Román Saavedra (compositor de Collita, taquirari dedicado a Elena Salazar, abuela y primera profesora de música de Saxoman), y que sus hijos, a diferencia de él, se están formando académicamente.
Cinco años después de la crónica escrita por Álex Ayala sobre el saxo que perdió Américo Saxoman, hoy, sobran quienes quieren aprovecharse y burlarse del compositor y su familia sin siquiera haber visto y/o escuchado los vídeos de su canal en Youtube. La misma gente de Unitel que, allá por 2013, lo denomina “boliviano de oro” es la que se burla de él por intermedio de presentadores que contienen la risa a la hora de comentar “Bolivia te espera papa Francisco”. Lástima, hablar de una persona jurídica no es hablar de de alguien en específico... ¿Marcas empresariales humanizadas? Já. Por favor. Aunque… yo de acuerdo, claro, si decimos que las marcas actúan en forma humana por la estupidez de sus actos.
Están también quienes emiten comentarios desaprobatorios llenos de malicia fácil en el canal de Américo David Estevez Román. Aun así, él agradece toda palabra que venga de alguien que le presta minutos de atención a sus canciones y a los videos hechos por su hijo David Estevez Ojopi. Casi casi Saxoman no responde a la provocación y el insulto, pero cuando lo hace salen genialidades del siguiente tipo (en que la ortografía es lo de menos): “GRACIAS¡¡¡ (…) quisiera tener todo el tiempo que tu tienes me dedicaria 100 x 100 a mi bajo pero lamentablemente tengo que ir a trabajar fuerte y duro para mantener a mi familia ,a mis tres perros, un boxer,un rottweiler, un chapi dos pollos,un gallo katalan y una gallina karakunka a mis dos hijitos y mantener y cuidarla a mi abuelita despues en las noches hasta el amanecer tengo que arreglar y crear mis composiciones,estudiar mi saxo alto,saxo tenor,saxo soprano,estudiar mi guitarra electrica,tengo que practicar mis escalas cromaticas de mi piano y a manera de realizar un gran ejercicio toco mi bateria hasta que me de flato es muy complicada mi vida pero me gusta gracias a DIOS soy muy feliz,pero te prometo que seguire estudiando mucho para que la proxima vez no te rias sinos te sientas muy orgulloso de tener un amigo como YÓ” (sic).
Hallo algo en Saxoman que aporta a la música popular, hallo dejos de punk y lo-fi en su actitud, sus vídeos y sus canciones que aparentan improvisación (una de ellas, dedicada al club The Strongest, compuesto en menos de una hora para un programa de televisión local). Son diferentes los registros por los que pasa, desafinando más en unos temas que en otros. Noto distancia en lo hecho todos estos años, mas no por eso puedo alentarlo escribiéndole una carta como la supuesta carta de Fabio Zambrana, carta en la que, claro, Favio no pierde la oportunidad de hablar de sí mismo.
Américo David Estevez Román ha creado un personaje (ya no hablamos de Américo de Bolivia sino de Saxoman) que prueba el hecho de que la música hace rato dejó de ser sacra, hoy es más espectáculo que música, pero, sincerémonos, no por eso puede ser sólo espectáculo, es el conjunto o no es nada (así los músicos ya no vivan de lo generado por la venta de discos).
"La música pop es endogámica, siempre se inspira en sí misma". Descubro algo de lo dicho por Cristina Rosenvinge en la música y los vídeos de Saxoman, quien también me recuerda a El buen soldado Švejk porque no sabemos si está jugando a hacerse al tonto para burlarse de todos nosotros o todo lo contrario. Autodenominándose superhéroe ficticio de los niños, sin conocer la historia del cómic, él ha reconocido en el superhéroe un producto de masas. Quizá, entonces, más que de un músico hablamos de un propagandista como El Águila: personaje cochabambino que anunciaba, casi a gritos, las actividades del teatro Achá o las cualidades de un candidato político en tiempos de votación.
Y sí, hay que ser ciego para no hallar luces intermitentes en lo que muestra Saxoman. ¿Será por eso que tengo la sensación de que quienes quieren burlarse de él son más bien los que causan risa? Piensan que la imagen de un país puede verse afectada por un vídeo de Youtube y hacen berrinches “llenos de indignación” pero luego luego dicen que los estereotipos no son más que prejuicios del foráneo… ¡Qué divertidos somos los bolivianos!
Obvio que Saxoman es criticable, pero partamos de argumentos más válidos, argumentos respecto a su estética, a lo que comunica con su propuesta, a los tics en sus canciones (decirle a todos “Eres el mejor”, por ejemplo y esa necesidad, ¿la expresión sintética de un pueblo mesiánico?, de sentirse representado por alguien, por algo más: Pedro Susz, Luis Revilla, el Dakar o la copa mundial de fútbol), a la manera de justificar sus resultados (dice haber comenzado vendiendo empanadas en los mercados populares, dice también que usa lo que tiene a la mano para la producción de sus canciones y sus vídeos), a la forma en que interactúa en Internet, en Facebook o Youtube (siendo invasivo en su manera de promocionarse) y a que no es lo mismo lo que gusta y lo que se reconoce puesto que ambos hechos son paralelos, porque calificarlo de “ridículo”… eso lo hace cualquiera, eso es cosa de aquellos negados a ver la cosa en sí, la silueta de eso que ya esta aquí, anunciándonos lo que vendrá.
Y no.
No hablo del papa que, menos mal, ya se fue.

1 comentario:

  1. Comparto, a continuación, el comentario que Javier A. Rodriguez me hizo llegar vía facebook:

    "Me parece necesario hacerle un perfil como músico 'outsider', porque lo es. Y tan serio como Ornette Coleman que puso a su hijo de ocho años de baterista, o Charles Gayle que sale a tocar su saxo a las calles vestido de payaso, o Wesley Willis que hacía canciones casi a la carta, reciclando ritmos y estilos, en la onda de Saxomeme, o hasta la demencia audiovisual de Tonetta o R. Stevie Moore.
    Da pena que lo tomen por el lado sensacionalista, o de pornomiseria musical.
    Por eso me gustó tu artículo."

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