DÍA UNO: ALASITA COINCIDE CON EL DÍA DE COMPADRES
La bellisima, paceñisima y tradicional fiesta de alasitas llegó. La idea como siempre fue la de ir a jugar canchitas, comprarme una maletita para seguir recorriendo el país y hacerla bendecir, para luego demostrar a mis amigos por enesima vez la carencia en mi de habilidades sin parangon para con el juego de las canchitas. Bajabamos por la calle J.J. Pérez para cumplir con la tradición,y en lo personal no atrasarme y dejar plantado ni por un minuto al Iqiqu, todo estaba pensado y listo para ser ejecutado, cuando de repente no más sentí una buena cantidad de serpentina rodear a mi cuello; para luego recibir mistura y un abrazo de felicitación por parte de una amiga, "felicidades compaaadreee". Jueves había sido y yo, ni cuenta me había dado de tamaña coincidencia, La fiesta de Compadres había llegado y el Carnaval se había mezclado con la Alasita. No, yo no soy chapaco, ni de tierras tropicales, tampoco es que sepa tocar guitarra ni mucho menos coplear, pero a las costumbres y tradiciones vivas no les importa si eres pues tarijeño(a) o de cualqueir rincón de nuestra Bolivia o el mundo; contagian a cualqueira las ganas de festejar. Así no más, recibí el abrazo con mucho gusto pues iría a ser la primera vez en que mi humanidad celebrarría la Fiesta de Compadres. La hora se acercaba, 12:00, y yo volviendo a mi inquebrantable deseo, regresé al 24 de enero, caminando todo serpentineado y mistureado ingresé entre una considerable cantidad de gente a la feria con mis wisk'us (ojotas) y mi lluch'u (gorro), ví a un señor cargado como el Iqiqu (Dios de la abundacia), quién tal vez pensando que le iría a hacer competencia en su labor de promocionar a la feria, encendió su altoparlante para dar la bienvenida a quienes estaban ingresando a la feria, cosa de la que se dieron cuenta mis amigos, pues uno de ellos gritó "mira un iqiqu igualito al Alessi, la diferencia es que el otro no esta todo carnavalero". Yo dejé pasar aquello, pues estaba más preocupado en cumplir con la tradición viva del 24 y me despedí de mis amigos y los dejé jugando canchitas, así fuí a adquirir mi maletita, mi chuspita y mis periodiquitos. Debí de haberl guardado mis nuevas adquisiciones una vez bendecidos después del medio día, ya que mis chit'i (pequeñas) pertenencias adquiridas con la ilusión de que se hagan realidad fueron motivo para una nueva analogación a mi persona: "El iqiqu se está escapando señores, se va a ir con nosotros pues nosotros lo vamos a festejar bien esta tarde". Por supuesto que el iqiqu no se escapó de la feria, ni mucho menos aquel día; sin en cambio quién escribe si fue muy bien tratado durante el resto de la tarde.

Entre amigos alejandonos de las mujeres y pidiendoles que vengan a buscarnos una vez entrada la noche para atendernos o bien para recojernos, festejamos el día de compadres; asi no más caminanado por el centro de la cioudad de La Paz, con unas cervecits en la mano y dialogando sobre una cantidad innumerable de cosas, cantabamos a voz viva "Pepino pandillero soy..."

DÍA DOS: FIESTA DE COMADRES
Mi amiga anteriormente citada, gustosa de la tradición chapaca, preparó unas tortas para regalarlo a sus comadres, así entre la lluvía en plena calle una vez realizado el encuentro entre ella y sus amigas, les hizo presente aquel símbol.o de amistad y luego invitó unas copitas de vino. En mi caso como había sido muy bien atendido por las comadres e incitado por la Comadre Mayor el pasado día de comapdres, no dudé en meter a la Alasita a su fiesta y les hice presente un "combito de alasitas" (vodkita krakovita + tampiquito).

A las comadres no les improtaba si llovería o no; tomaban y charlaban, mientras los compadres de la anterior semana siguiendo mi ejemplo las retuvieron con regalos bebibles que al fin y al cabo solo entre compadres irían a disfrutar; algo casi pareciedo a lo que hizo Homero al regalarle una bola de billar a March. Yo, a continuar con mis actividades diarias un poquito picado, pero disfrutando aún del carnaval.

DÍA TRES: CH'ALLA DE OFICINAS
Ni un día había pasado y la ch'alla de oficinas (ritual de petición y alimentación a la Pachamama) ya había llegado. Algo había que hacer; pero como mi persona solo tiene trabajos eventuales, más dedicada en este momento al estudio, una vez reunido con los de "La Pesada" decidió no ir a ch'allar esta vez la carrera (ultimadamente ingrata con nosotros). Era otro el espacio a ch'allar y e llamaba Atrio Universitario. Uno de los integrantes de "La Pesada" sacó Serpentina, y luego el otro y así sucesivamente. Como no podía faltar el cuetillo estaba presente y ya bien adornado el espacio con petalos de flores, confite, mistura y serpentina, hicimos estallar al cuetillo y hechar alcoholcito y cerveza al suelo para saciar la sed de la Pachamama. De repente no más, una de las amigas de su bolso dio un deleite a nuestro ojos y nuestros paladares con una botella de wisky; nos pusimos a cantar una cantidad de bailecitos y coplas carnavaleras, uno que otro huayño y hasta cumbia.

Yo tenía que viajar a Oruro, pero me enontraba indeciso, así no más dos de mis amigos de "La Pesada" influyeron en mi para actuar; así abandone a la tropa para hacerme con mis cosas. Llegando a casa aliste lo enteramente necesario: una cámara fotográfica, una chompa, un pantalón, prendas interiroes, medias, toalla, cepillo de dientes y demás insumos para partir a la terminal de El Alto. No fue sencillo encontrar bus, pues de antemano no habían a la venta boletos en las diferentes empresas que brindaban el transporte terrestre. De repente, me sentí aliviado por la existencia de gente que busca ganarse el sustento con su vehículo. "Sale a Oruro a 20 Bs." susurraba el chofer, probablemente para que de esta forma no acuda una manada de gente; solo quienes preguntaban si saldría el partícular y quienes escucharon la oferta del propietario del vehículo arribamos sin incomodidades el Bus". Arrancó la movilidad y llegó la hora de pagar, de repente el costo se vió incrementado a 25 Bs., por lo que me pareció un poco mañosa la actitud del "verdadero" propietario del cuatro ruedas, quién indicaba la igonoracia del chofer respecto a la tarifa. El señor "propietario", maleducadamente quería extraernos el monto último solicitado; habiendo una sinvergüeza comparación entre costos excesivos en la tarifa que cobraban los otros quienes vendían sus servicios en laTerminal de la ciudad de La Paz en medio de grandes colas. Los pasajeros, incluyendome no nos molestamos por el precio pero si le solicitamos un cambio en el tono de voz y en los modales al chofer.

Llegué a Oruro y como debía ser fuí a recorrer las gradería para verificar el cambio que sufriría la ruta de la entrada y comaparar precios de las graderías. Como no pudo ser de otra manera me vi tentado por la Verbena y una vez en faldas del cerro Pie de Gallo, al lado de la capilla del Socavón, escuche gustoso la Música de Llajtaymanta y disfrute de unas latas de cerveza. Debía dormir si deseaba disfrutar en serio el carnaval y así llamé a uno de mis amigos para que me acogiese en su casa como habíamos acordado. Una vez allí conocí a su hermano, quién me dio una buena bienvenida con unas dos cervezas. Así dormí hasta el día siguiente.

DÍA CUATRO: SÁBADO DE CARNAVAL EN ORURO
Tocó la hora de hacer negocio, adquirimos con anticipación unas graderías con mi amigo y fuimos a acomodarlas allá por la Av. 6 de Agosto (Av. del Folklore), no costo mucho. Una vez hecho eso, nos deleitamos con la entrada y alguna que otra vez cruzabamos la barda para sacar fotografías a algunas china supays (bailarinas de la danza de la Diablada de Oruro) y algunas china morenas (bailarinas de la danza de la morenada), de repente comenzó la globeada y entre cervezas disfrutamos hasta donde se puedo con este mi amigo del carnaval.

Tenía que encontrarme con otros amigos, dos integrantes de "La Pesada" para seguir disfrutando del carnaval y así los ubique cerca al Hotel Monarca, así, allí una vez con ellos cantamos y observabamos como la gente jugaba con agua, mientras hacíamos con nuestra maginación de ciertos seres "Personajes del carnaval". El Copa Bigotes: Un señor bigotudo que jugaba como changuito y se divertía como enano jugando con agua, al parecer subvencionaba a la gradería del frente de las acuosas municiones y tenía como pareja una señortia que en edad no se le comapraba. El Cachudo: El alma de la fiesta, un cumpa quién bailaba en la gradería y se ponía a cantar todos los temas que tocaban las bandas, saltaba la barda de restricción y se pondía a animar a nuestra gradería y a enfrentar a los globeros del frente; él y su sombrero de tres cuernos. Probablemente ambos aparezcan en las latas de cerveza el año que viene, ya que al menos dónde estabamos fueron quienes se hicieron notar y a nuestro humilde parecer, eran quienes merercían vovler con todos los gastos pagados al siguiente carnaval.

Las horas habían pasado y despues de una considerable cantidad de cervezas y entrando la noche, al grupo y a mi nos entraron ganas de bailar ya no sobre las graderías, sino detras de las bandas y los bailarines. Así, sin molestar mucho, al final de cada fraternidad entrabamos cantando y bailando como si fuesemos nosotros quienes le habíamos hecho la promesa a la virgen.

DOMINGO: ESPERA DEL ALBA Y CONTINUACIÓN DE LA ENTRADA
No quería dormir y no iría a hacerlo, deseaba estar presente una vez más en el recibimiento al Alba. Así me fuí a la Avenida Cívica solo y sin amigos (pues ya ellos se fueron a descansar). Así yo no más en una de las graderías deshabitadas me puse a saltar y bailar. Aunque, después de todo no era solo yo, eramos mi sombrero y yo quienes nos hacíamos de las delicias de la música acompañados de unas cuantas latas de cerveza. La hora se aproximaba y me puse a charlar con unos tipos de la majestuosidad del carnaval y de mis deseos de bailar alguna vez en él. Ellos me indicaban que ya lo habían hecho. De repente, me di cuenta que eran pacos (policías) vestidos de civil y me puse a recriminarles sus acciones innobles y el cuan malos eran especialmente en la policía turística. Preferí alejarme de ellos, una vez hecho aquello, en otro espacio me hice amigos de unos argentinos que me cayeron muy bien, a quienes trate de transmitir un poco de mis conocimientos en danza folklórica. A la mujer que estaba con ellos (hermosa por cierto) le pedí se ponga mi sombrero. Fuí a comprar cerveza y me olvidé por completo de los nuevos amigos hechos, probablemente debido a mi objetivo: asisitir al alba. Por mucho para mi esta vez pero, me vi decepcionado al verla disminuida en su majestuisidad. El escuchar una sola banda no me pareció agradable y me entraron las ganas de descansar.

Tomé un vehículo para ir a descansara la zona norte. Me pasé. Tomé otro vehículo para quedarme en el Stadium que es por donde estaba alojado y me volví a pasar. El dios del sueño se había apoderado de mí. Tome un nuevo coche prometioendo no dormir y así fue, llegué a donde debía, pero para nada a descansar, el cumpleamos del hermano de mi amigo quién me hospedó la primera noche cayó juesto ese domingo. Compartimos unas cervezas y fuimos a comer unas planchitas para volver a mirar la entrada del carnaval. Una vez en las graderáis el sueño desapareció y continuó la fiesta. Bailabamos, mojabamos y nos deleitabamos nuevamente del carnaval. Nuevamente fuí a visitar a la gradería de "La Pesada" y continuamos la fiesta del día anterior. Esta vez pense encontrarme con varios amigos, así que fuí bailando detras de las fraternidades hasta el Socavón y viceversa. Pero encontré a muy pocos de ellos.

DÍA LUNES: INCREIBLEMENTE CON GANAS DE SEGUIR FESTEJANDO
Al parecer el espiritú del Pepino (especie de combinación entre el arlequin y el cusillo muy típico del carnaval paceño) se apdoeró de mi. Aún cuando regresabamos el día lunes a la ciudad de La Paz, me sentía con ganas para ir al Jisk'a Anata (fiesta de recibimiento a la temporada de lluvias). Mientras mis amigos me recriminaban haciendome preguntas y recriminaciones como: "¿No tienes Casa?", "Hay algo que se llama conciencia Alessi", "Hay algo que se llama higado", "Con razón las mujeres no te aguantan", etc.

Llegando a La Paz, compartí un plato de carne picada con mis amigos, una vez llegamos a casa del dueño del vehículo, y habiendole ayudado en acomodar sus pretenencias, él me recomendaba ir directo a mi casa. Yo no le hice caso y pensando que aún había rastros del Jisk'a Anata acudí a la Av. Camacho, dónde a las 19:00 hrs. no había ya ni rastros de lo sucedido. Tome un coche hasta la ciudad de El Alto con cierta combinación entre resignación y esperanza. Descendiendo del motorizado escuché venir música de la calle Jorge Carrasco, acudí al llamado del Pepino que en mi habitaba y comprobe la existencia de dos trailers sobre los cuales dos grupos de música tropical hacían baialr a la gente. Yo animado jalé a bailar a una señortia que observaba igual que yo y continué la fiesta. Un amigo de los años de pubertad chocó a mis espaldas y entre charla y baile los dos decidimos entrar a un boliche cercano.

Bailabamos cantabamos y nos tomabamos unas cervezas, de repente dos señoritas se acercaron ofreciendonos salir a bailar...

MARTES: CH'ALLA AL RECUERDO, A UNA MELENA QUE QUEDA EN EL PASADO
Eran simpaticas estas dos mujeres así qeu después de bailar les invitamos a acompañarnos a nuestra mesa. Pedimos cuatro cervezas y platicabamaos a gusto aquella madrugada. De repente unos jovenes más temerarios que nosotros se acercaron a la mesa a pedirnos explicaciones referente a nuestras acompañantes, dándoles el rótulo de sus "amigas". Así debido a la provocación de uno de estos llokallitas (muchachitos) hicimos demostración de neuestra energumidad y comaprtimos lazos de cultura en unos cuantos golpes que afectaron tanto los rostros nuestros como los suyos. Los encargados de seguridad no se dejaron esperar (más bien) y los retiraron debido principalmente a nuestra solicitud y a las dos botellas medio vacias que nostros teníamos en nuestro poder, mientras ellos no consumían nada.

Volvimos a nuestros asientos a deleitarnos nuevamente de tan agradable compañía, hicimos un salud y...

No recuerdo más, solo recuerdo que mi humandiad estaba caminanado por en medio de la Av. 6 de marzo en dirección a mi casa sin un mango en el bolsillo y sin celular. Agradecia en ese momento de no llevar más que wisk'us en mis pies y no así zapatos. Después de una camianta de media hora y sin mayor novedad entré a casa con la llave que habían dejado los(as) delinuetes prendido a mi pantalón. Entre a casa a dormir unas cuantas horas siquiera.

Una vez de píe, me invocaban para cumplir con la ch'alla (rito de alimentación y solicitud de propseridad a la Pachamama) y preparar una watia (plato típico cocido bajo la tierra), cuando una vez realizado toda mi labor, mi madre me dio a entender la carencia de cabello en el lateral derecho de mi cabeza. Acudí a mirar al espejo y efectivamente así era. No tuve más que acudir a la peluquería para ver que se podía hacer. La respuesta fue: "nada, rapadita no más va a tener que ser joven". Sufrido asentí con la cabeza y sin lagrimas pero con cierta tristeza observaba como caía mi cabello.

Una vez culminado el trabajo de la peluquera, quién por cierto recibió el consejo mio de cambiar su maquina podadora electrica (debido a los muchos jalones y atascos que tuvo con mis cabellos) una sonsrisa se hizo de mi ovalado perfil. Había disfrutado del carnaval. Había hecho de todo y cuando digo de todo me refiero a todo. Es más hasta fuí pildoreado, baile diawada capotaquitonada (daibladoa, kullawada, caporal, taquirari y tonada, etc, etc.) vaya que me había divertido este carnaval al precio de un enncuentro con resultado obvios: DIVERSIÓN vs. CABELLERA.

DOMINGO: TENTACIÓN Y ENTIERRO DEL PEPINO
Debido a la pesesión que hizo en mi el Pepino, merece un digno entierro y así será pues me he divertido demasiado. Debo agradecer acompañado de una buena cerveza, hacer una buena despedida a: Estos Carnavales quién inventaría. Quizas yo en mi otra vida sería.

La tentación probablemente llegue, pero nunca más voy a confiar en dos señoritas o una que me invite a bailar. Ahora qu si son dos cholitas y me confunden con su ch'uta...

HE DICHO.

3 comentarios:

  1. Saludos Alex, despues de tiempo me comunico contigo.
    Te paso la voz que reestructure mi blog, haber si lo visitas y luego me das criticas.
    elaltonoticias.blogspot.com
    Desde El Alto

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  2. Alexis:
    triste y alegre tu relato, penas compartidas por tu nuevo look...
    se nota que las damas con pildora han cambiado el modus operandi.
    salud(os)

    PD hubiese querido ver la cara tuya cuando te dijeron que te faltaba pelo... cuantas calles habras andado asi... je je.

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  3. Alberto:
    Ya lo visité y mi opinión te la haré llegar en su momento.

    Mario:
    ¿Ki kosita te habrá pasado a vos no?, no no es por molestar, solo que eso de "penas compartidas" jajajaj.

    Grave está la situación, me voy a cuidar no más che. Al menos la noticia del cabello me la dio mi madre y no la mujer a la que aspiro como enamorado.

    Abrazos.

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