
Actualización 17/01/2011. Terminé haciéndole unas cuantas modificaciones más al cuento gracias a los comentarios que recibí de mis amigos Vasca Ascarrunz, Jessica Saavedra, Gustavo Arce Bacarreza y Ricardo Garcia. Respondiendo a la convocatoria envié mi relato a las 01:00 de fecha límite a la convocatoria de Daniel. Finalmente el presente texto pasó por las manos del editor de la antología, Wlliam Camacho; el título del libro: "Gritos demenciales. Antología de cuentos bolivianos de terror", publicado por editorial gente común.
Espera... Mira... Lo que sucede es que... Al final... Todo pasó... Por favor, cálmate... ¡Cállate de una vez y deja de llorar! ¡Deja de gimotear!
Perdón, perdón. Dame un instante. Es que son demasiadas cosas. En la vida las cosas siempre me habían llegado a su tiempo. Nunca le había levantado la mano a nadie.
Es mi cabeza. Bueno lo que hay dentro mi cabeza. ¡Y no vayas a pensar que estoy enfermo!, no. Porque no estás pensando ni pensarías eso, ¿o me equivoco?... Perdón, es demasiado. Simplemente es demasiado. Te acercas y me das la noticia como si nada, esbozando una envidiable calma en tu rostro. Yo, en cambio, estoy preocupado. Tú ya has hecho parte de tu vida, te has realizado.
Esta oficina y sus cuatro paredes limpiamente acabadas, ese escritorio tras el que reflejas autoridad, el título finamente enmarcado en cristal sobre tu cabeza, la portátil y la PC, la raja de tu falda. Ves, tú tienes demasiado. Mucho más de lo que yo poseo. Y no es que ambicione todo esto, no, pero... Ves, estoy muy preocupado. Estoy preocupado por los dos. Mjhhh... Estoy preocupado por mi.
¿Cómo puedes decirme que estás embarazada? No puedo comprenderlo. Aunque... Si, finalmente algo así debía resultar de las horas extras que me obligabas a pasar en la oficina. Horas que inicialmente yo pasaba incomodo, para luego disfrutarlas tanto o más que tú. En el fondo nada puede quitar las huellas grasientas de nuestros cuerpos sobre el escritorio, ni siquiera el trabajo adicional que ejercía sobre su superficie con el comenzar del día siguiente. No, no me quejo. No lo tomes a mal. Mucho menos pienses en despedirme. Necesito el trabajo para mantenerte ¿no? ¡Ja ja ja ja!... ¿Notas el cambio de ánimo? No es necesario que respondas, si, lo notas.
Momentáneamente se me vinieron al recuerdo las privaciones a las que me sometieron mis padres, bajo el pretexto de que no todo se puede tener en la vida Quién imaginaría, ¿no? Yo, en este problema. Con apenas veinte años. Cumpliendo con mi primer contrato laboral firmado a minutos de visitar una casita comercial de mierda. Viviendo mi primera experiencia amorosa. Y espero que sea amor lo que siento por ti. Sinceramente así lo espero, como así lo espera esa araña que acaba de pasar por tu lado, aunque al parecer no la has visto, pero claro, como la podrías ver, ¡no has alejado un momento tus ojos de mi rostro!
No son las arrugas y la papada de tu cara el motivo para cuestionar mis sentimientos hacia ti. No, sólo considero que es el momento ideal para hacerlo. ¿Cómo podría presentarte ante mis padres? Es difícil. En realidad, cuando te decía mamita en pleno acto, no precisamente te estaba piropeando…
¿Sabes? Tenía planes. Claro, a pesar de mi edad había planificando, aunque en lo mínimo, mi vida. No sé, una de mis opciones era la de hacerme abogado, como tú. Cobrar un poco más que en la visita anterior al incauto de turno, llevar una billetera considerablemente abultada. Trabajar al menos en una oficina haciendo algo más que limpiar, recibir las llamadas e ir a pedir el café… Pero tenías que salirte con el gusto. Perdón, digo, sabes. Es que no puedo entender cómo pudiste escogerme justo a mí para esto. Habiendo tantas otras personas en este cochino mundo ¿Por qué cerraste la oficina con llave? ¿Por qué te acercaste y me preguntaste si conocía el sentimiento de deseo? ¿Por que te abalanzaste y me hiciste caer ante ti como si de algo tan deseado se tratara? ¡¿Por qué?!
Ahora me vienes con esta noticia. De paso vienes a decirme que lo que sientes inexplicablemente es amor. Qué si no termino estableciendo una familia contigo, hablarás con mis padres, que iniciarás acciones legales en mi contra…
¡Por eso estás así! ¡Amordazada! ¡Atada!, y yo mirándote en el suelo de este sótano mientras me bajo el pantalón para disfrutar por ultima vez la consumación de este placentero tormento. ¡Es tiempo de tratarte como te gusta!, de transformar esta comisura desagradable en mi boca, de separar mis labios para esbozarte una sonrisa al descubrir a mis dientes. Ha llegado el tiempo de dejar de asentir, de ya no ceder más ante ti. El reloj esta marcando las horas y minutos adecuados para quitarte la atribución de decidir sobre mi vida.
Perdóname pero debo escapar, aún creyendo quererte con todo y tus cuarenta años… Lo más seguro es que ya no vuelva a ver a mi familia, porque tú, con tantas amistades mínimo terminarías implicándolos, eso mientras me conviertes en un prófugo de la justicia, aunque eso no es lo malo, la justicia es lo de menos ahora. Lo malo, lo que ahora en realidad me preocupa, es el nunca haber aprendido a utilizar correctamente un cuchillo, por eso te pido disculpas si sangras mucho y esto llegue a dolerte un poquito.
Bueno, un cuento narrado en primera persona, al que quizás le falte un poquito de descripción del lugar, oscuridad, humedad, vacío, silencio para darle un toque más "violento". Una vez Giovanna me dijo "es mejor alejarse de los personajes", dificil en ésta situación, ya que es una narracaión descriptiva. Buen cuento, le colcoaría un poco más de descripción de la cara de ella, sus emociones o sus "no" emociones.
ResponderEliminarUn saludo en la distancia
Alexis,
ResponderEliminarMe gustó tu cuento, aunque siento que la historia ya la he leído en otro lugar.
De por ahí hubiera sido interesante que empieces con el cuchillo filozo que recorre el aire para introducirse en el cuerpo de la mujer, ahora sin vida.
Luego el por qué.
Saludos,
Marcelo Paz Soldán
Asesino_De_Leyendas, como indico en la introducción, hice algunas modificaciones, gracias a los comentarios recibidos, entre los de otros, los de vos. Mil gracias.
ResponderEliminarMarcelo, el cuento está inspirado en "El enemigo" de Antón Chéjov. Respecto a tu observación, sé a lo que te refieres, en Octubre leí "Naturaleza muerta con odio" de Mempo Giardinelli, es un cuento genial, un cuento que comienza como indicas. Sin embargo, mi intención era la de generar ese efecto sorpresa, ese efecto de miedo en la oración final, cosa que creo haber conseguido. Gracias por comunicarme tus impresiones.
Asesino_De_Leyendas, como indico en la introducción, hice algunas modificaciones, gracias a los comentarios recibidos, entre los de otros, los de vos. Mil gracias.
ResponderEliminarMarcelo, el cuento está inspirado en "El enemigo" de Antón Chéjov. Respecto a tu observación, sé a lo que te refieres, en Octubre leí "Naturaleza muerta con odio" de Mempo Giardinelli, es un cuento genial, un cuento que comienza como indicas. Sin embargo, mi intención era la de generar ese efecto sorpresa, ese efecto de miedo en la oración final, cosa que creo haber conseguido. Gracias por comunicarme tus impresiones.
este "relato" se incluye en una antología?, Chejov vulgarizado, es cualquier cosa, en lo positivo da mucha esperanza a quién quiera escribir relatos de horror...pueden incluirlos en una antología
ResponderEliminarLeón De Roo, sin duda no estoy al nivel de Chéjov. Mi pellejo está a salbo gracias a que a a la fecha no me he declarado escritor jajaja.
ResponderEliminarY si, se incluyó en la antología "Gritos demanciales", siendo la primera vez que publico en papel http://www.alexisarguello.name/2010/11/resena-gritos-demenciales-antologia-de.html :)