A diario intento jugar con las palabras, pero hoy me di cuenta que ellas llevan cuatro años jugando conmigo, contigo, con él, con ella, con nosotros, con ello, con vosotros y con ustedes.
Momentos de decisiones, momentos de a diario, diarios a momentos. Son inevitables y terminan atropellando cuando uno trata de tomarlas de forma racional (a las decisiones, claro). Lo emocional predomina en las decisiones. Cosa que al parecer olvidamos al descuidar esa sensación de agotamiento en uno de los integrantes de este sistema, error que evitó nos hagamos una pregunta, ¿y si vivimos en un mundo lleno de verdades a medias que en realidad son completas mentiras? [1].
El sistema no defrauda, defraudan las personas que lo integran. Uno es gestado dentro del vientre, muere al nacer y sale a la vida muerto [2] para aprender la definición de biología entre seres inertes. Seres inicialmente borrosos que con claridad se ocupan de enfermar a la infancia y tratarla con sedantes, "y es que solo así molestan menos". El ciclo continúa, escuela, ciudadanía, universidad, trabajo o negocio, familia y una serie de cosas más que ignoro pero prefiero decir un no recuerdo; todo, producto de acciones aferradas a la esperanza de "vivir en el recuerdo". Una serie de decisiones incoherentes con el discurso "sé feliz". Discurso retomado por Chip Cloney, quién creo una ecuación parafraseando a William Shakespare "Happiness = Wanting What You Have divided by Having What You Want", "Felicidad = querer lo que tienes/tener lo que quieres".
No podemos decir que tomamos buenas decisiones por que no podemos comparar nuestra vida con otras vidas vividas, esto, ya que solo se nos ha permitido recordar esta vida vivida [3], parafraseando a Milan Kundera. Ocio vs Negocio [4], Placer vs Realidad [5]. Entonces no queda más que vivir dándole espasmos de vida a este mundo inerte, ¿cómo? siendo conscientes de que la mejor forma de ser feliz es tratando de no hacer infeliz al otro, y no por filántropo, sino por egoísta, para no deber nada a nadie, o al menos para deber menos.
Gastamos dinero que no tenemos en salvar la vida de nuestros padres y abuelos que han vivido más de medio siglo, supeditando su vida a la nuestra. Y los discursos sobre la libertad y eso de que los hijos están prestados ¿en que quedan? Tal vez en el par de años de vida que nos acompañaran si viven junto a nosotros en nuestro hogar y hacemos algo más que saludarlos.
Suicidio con el cordón umbilical dicen algunos, no tener la necesidad de vivir entre muertos digo yo ¿Matar o dar vida? Mejor, no estar en el lugar correcto a la hora correcta con la/el mujer/hombre incorrecta/o. ¿Y luego qué? La verdad no sé, tu dirás...
Momentos de decisiones, momentos de a diario, diarios a momentos. Son inevitables y terminan atropellando cuando uno trata de tomarlas de forma racional (a las decisiones, claro). Lo emocional predomina en las decisiones. Cosa que al parecer olvidamos al descuidar esa sensación de agotamiento en uno de los integrantes de este sistema, error que evitó nos hagamos una pregunta, ¿y si vivimos en un mundo lleno de verdades a medias que en realidad son completas mentiras? [1].
El sistema no defrauda, defraudan las personas que lo integran. Uno es gestado dentro del vientre, muere al nacer y sale a la vida muerto [2] para aprender la definición de biología entre seres inertes. Seres inicialmente borrosos que con claridad se ocupan de enfermar a la infancia y tratarla con sedantes, "y es que solo así molestan menos". El ciclo continúa, escuela, ciudadanía, universidad, trabajo o negocio, familia y una serie de cosas más que ignoro pero prefiero decir un no recuerdo; todo, producto de acciones aferradas a la esperanza de "vivir en el recuerdo". Una serie de decisiones incoherentes con el discurso "sé feliz". Discurso retomado por Chip Cloney, quién creo una ecuación parafraseando a William Shakespare "Happiness = Wanting What You Have divided by Having What You Want", "Felicidad = querer lo que tienes/tener lo que quieres".
No podemos decir que tomamos buenas decisiones por que no podemos comparar nuestra vida con otras vidas vividas, esto, ya que solo se nos ha permitido recordar esta vida vivida [3], parafraseando a Milan Kundera. Ocio vs Negocio [4], Placer vs Realidad [5]. Entonces no queda más que vivir dándole espasmos de vida a este mundo inerte, ¿cómo? siendo conscientes de que la mejor forma de ser feliz es tratando de no hacer infeliz al otro, y no por filántropo, sino por egoísta, para no deber nada a nadie, o al menos para deber menos.
Gastamos dinero que no tenemos en salvar la vida de nuestros padres y abuelos que han vivido más de medio siglo, supeditando su vida a la nuestra. Y los discursos sobre la libertad y eso de que los hijos están prestados ¿en que quedan? Tal vez en el par de años de vida que nos acompañaran si viven junto a nosotros en nuestro hogar y hacemos algo más que saludarlos.
Suicidio con el cordón umbilical dicen algunos, no tener la necesidad de vivir entre muertos digo yo ¿Matar o dar vida? Mejor, no estar en el lugar correcto a la hora correcta con la/el mujer/hombre incorrecta/o. ¿Y luego qué? La verdad no sé, tu dirás...
[1] Italo Calvino, "La noche de los números", cuento de la Antología "La Gran Bonanza de las Antillas"
[2] Parafraseando a Shusaku Endo en su novela "Escándalo"
[3] Parafraseando a Milan Kundera en su novela "La insoportable levedad del ser"
[4] Aristoteles, "La Política"
[5] Enrique Dussel, "Para una erótica latinoamericana"
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