
Estoy tuerto.
Es decir, estoy muerto.
Es decir, usted me mata a diario.
Es decir, solo a veces, solo hoy.
¿Para que quiero puños de oro?
Es decir, no vaya a mostrarme los suyos.
Es decir, en su tiempo tuve un diente de oro,
tuve que venderlo, lo vendí.
Menos mal dejé el deporte.
Es decir, antes que el deporte me deje a mí.
Es decir, a veces hago ejercicios con palabras.
Es decir, un día de estos pasaré de las palabras a los hechos.
Ni soy, ni seré tricampeón mundial.
Es más, ni siquiera soy trilingüe.
Tampoco nací para alcalde.
No es que sea apolítico, sino, más bien, apartidario.
En fecha uno de julio usted ejecutó MI idea en un asalto.
Sí, pensaba suicidarme, menos más o menos a su edad.
Ahora debo encontrar quien quiera matarme
Gracias por complicar todavía más mi vida.
Cada año la misma histeria.
El cuento de los días contados
La historia de los que nacen muertos.
La historia de los que muertos viven.
Hoy, sí hoy, es uno de julio.
Es decir, ya no es uno de julio
Es decir volverá a ser uno de julio.
Es cosa de meses, de días.
Menos de trescientos sesenta y cinco.
Menos. No más.
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