El Alto, de pie, 1 de diciembre de 2012

Agar, hermana:
           
            Hoy es un día más en la eterna búsqueda, la búsqueda del YO. Un día más, con sus dudas; la duda de saber si es correcto lo que haces o no. Hoy, todo este tiempo, no has sido más que el producto de tus influencias; si es que podemos llamarlas tuyas, claro. No tenemos la necesidad de llamarlas, entonces, no las llamemos.
¿Sabes? No hay nada de malo en la alienación, cuando elegimos con qué/quién alienarnos, cuando elegimos elegir. Elegir es renunciar. Gustavo Cerati lo dice, no lo digo yo, lo dice en una de sus canciones: “decir adiós es crecer”. ¿Crecerás? No lo sé. Pero si tu respuesta es “¡¡¡No!!!”, dilo, por favor, dilo. ¡Grítalo!, y ten siempre una justificación para tus respuestas a la mano (ya sea que te la pidan o no).
Llegará el momento, con la llegada del momento; ya verás. Entonces, ¿qué hacer? Sinceramente, no lo sé. Nunca pudimos estar seguros de nada. Yo, como tú, tengo más dudas que certezas. Aún así, he llagado a creer en lo siguiente: “No necesitas ser complaciente con todos”, porque tú eres tu público, tú y ese pequeño entorno que en adelante te acompañará, no sólo por meses, no sólo por un año o dos, sino por más de una década o dos.
Con el tiempo entenderás, si es que no lo entiendes ya, que el tiempo es el recurso más valioso que tienen. Por favor, malgástalo bien. “Sé vos nomás” como diría Lorio, el vocalista de Almafuerte: “Cumple sus sueños quien resiste”.
Es tarde, muy tarde para todo, pero aún así, estás a tiempo. “Again and again” como dirían los The Bird and the Bee. Estás a tiempo para ponerte frente al espejo y decirte a ti misma, y no al reflejo del espejo, lo dicho por Jorge Drexler: “Hay tantas cosas, yo sólo preciso dos, mi guitarra y vos, mi guitarra y vos”. Es tarde, muy tarde, pero aún estás a tiempo para gritar: “¡Paren el mundo, me quiero subir!”.
¿Cómo comenzar si no hay recetas? Sí, no hay recetas. Máximo, tal vez, llegado el momento, (tratar de) ser consecuentes.
¿Cómo comenzar? Olvidando, tal vez, todo esto, lo aquí dicho. Escuchando, tal vez, “No quiere ser como vos” del Cuarteto de Nos. ¿Cómo comenzar? Escribiendo, tal vez, algo para una de tus hermanas sabiendo que, en realidad, lo escribes para ti mismo. ¿Cómo comenzar? Haciendo las cosas “de callado”, tal vez, haciendo más que diciendo, “dice”.
Tal vez, y sólo tal vez, llegue el día en que puedas cantar “La histórica” del Papirri.
            Atentamente,


Alexis Argüello Sandoval, tu hermano.

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