Va. Seis de Agosto de dos mil ocho años.

Busco una cerveza. No la encuentro.

O mejor dicho. Si la encuentro.

La casera no tiene cambio. Yo no tengo sueltos.
Me dirijo a un cyber en mi zona Santiago II, El Alto.

Pienso y repienso un escrito.

Considero en un mínimo a mi carga de patriotismo.

Desde twitter recibo una felicitación.

Algo debo hacer. Respondo a la felicitación. Comienzo a repartir felicidades a algunos bloguivianos twitteros.

Entro a Flickr solo con la intención de compartir una imagen ajena en uno de mis blogs.

Inserto Bolivia en el buscador de Flickr. El buscador ejerce su función cual admirable funcionario público -si yo sé de estos hay pocos-.

Mi juicio de valor se desarma. Que bella es Bolivia. O al menos cuan bella aquí se muestra en su región andina. ¿Pero por que me siento repentinamente molesto?

Yo soy andino, tu eres andino. Nosotros somos andinos. ¿Ustedes no son andinos?

Entro en cuenta del motivo de mi molestia. Se ha estereotipado demasiado a nuestro país como a un país andino. Si, las bellas fotos solo representan al altiplano en estos primeros resultados.

Cualquiera que viese mi cara ante las imágenes podría tacharme de idiota. Sonrío como tal. Mi ironía debe plasmarse en algún lugar. Por supuesto, yo también tengo un blog. Y al parecer no soy tan de los andes, sino soy de Bolivia.

Pero ¿Qué es Bolivia?

Bolivia es...

Bolivia es tantas cosas. Es... Es... Es un proceso evolutivo en un espacio geográfico con playas que no precisamente son marítimas. Es el festejo consecutivo de sus derrotas, puesto que muchas victorias que se diga no ha tenido. Es rock, regueton, villeras, cumbia, chicha, folklore. Es comida frita en la ciudad, seca y natural en el campo. Es una cantidad envidiable de regiones ecológicas, climáticas y vegetativas. Es fauna, flora endémica e importada. Es madre de hijos con diferentes tonalidades de piel y diferentes acentos en su lengua oficial. Es más de 36 idiomas. Es la madre esperando el retorno de su hijo migrante. Es quién paga las irracionalidades de sus hijos más interesados en el poder. Es el suceder de hijos adoptivos y natales actuando en desfavor de su madre. Es la democracia producto de los gobiernos producidos por golpes de estado. Es la muerte de cobardes y valientes. Es más de 1800 atractivos turísticos. Es el infinito, la razón de este fragmento.

Entonces no soy andino. Y si no soy andino ¿Que soy?

Bloguiviano.

Pero ese es un neologismo.

¡Ah!

Es el lado geek de quién no conoce Bolivia y espera una congregación de seres humanos que comparten la nacionalidad boliviana.

De alguien que vive en Bolivia. ¿No?

Eso si.

Un sentimiento aflora en mi ser.

Chauvinismo algunos le dicen, pero no me explican la razón de tal apelativo. Yo le digo identidad nacional. Ser boliviano.

Nacionalidad que probablemente sea confundida con posición política de forma injustificada. Esto, puesto que ha llegado el mediodía y comienza a sonar por el estéreo el himno nacional emitido por alguna radio emisora local perteneciente al estado. Yo firme, en pie me pongo. Canto:




Bolivianos: el hado propicio


coronó nuestros votos y anhelo;


es ya libre, ya libre este suelo,


ya cesó su servil condición...





La imagen pertenece a luis canedo y el video a morenococani

2 comentarios:

  1. Probablemente estimado Alexis ahí radica uno de los problemas de esta bolivianidad fraccionada. Desde los Andes siempre se ha plasmado hacia el mundo una Bolivia netamente andina, lo cual admito que ha cambiado considerablemente en los últimos cinco años. Pero aunque me parece muy atractiva la cosmovisión andina, no me identifica, pues no soy andino ni lo seré y sin embargo... sigo siendo boliviano.

    Hagamos que los bolivianos que no estan en los Andes se sientan orgullosos de ser bolivianos, para eso es importante dar la relevancia que se merecen las demas regiones del pais, por mi parte, yo tambien estoy en ello.

    un abrazo, feliz 6

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  2. Da para largo, lo sé. Existen miles de factores aparte de este para la realidad del fraccionamiento, que no división (para mi esas son pajas mediaticas).

    La resistencia al colonialismo, la mayor facilidad de adecuación de unos a diferencia de otros a la globalización. La inequitativa importancia que se ha dado en su momento a las culturas andinas supeditadas a las selváticas. El desprecio gubernamental a determinados habitantes de las regiones reemplazado por el interés de la iniciativa privada, etc, etc.

    Pero basicamente la marca país que tenemos percibida todos, acá dentro y allá fuera. Una imágen que no ha sabido manejarse. Pues para ello, se deben tomar entre tantas cosas a lo anterior indicado.

    Un abrazo nacionalista tardío (casi en el día de la bandera) para tí mi estimado curucusi que llegaste airoso de tierras chilenas.

    PD: Yo si soy andino =P y también me siento bloguiviano, ejem, digo boliviano jejeje.

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