En el afán de continuar seleccionando libros que se hagan de un espacio en mi biblioteca personal y para demostrarle que entre otras cosas también puedo ser consecuente, comparto con usted, sí, usted, esta segunda entrega de la "Lista: (número) libros que me marcaron el (año en que fueron leídos)". Sirva pues de antecedente la primera entrega, "Lista: 10 libros que me marcaron el 2010", la cual está a su disposición para que haga con ella lo que le venga en gana (leerla, por ejemplo).
No voy a advertirle nada esta vez, ya que en estos tiempos las advertencia sirven para la maldita cosa. Así que, nada, al grano.
El 2011 fue un año de reafirmaciones y descubrimientos (más lo segundo que lo primero). Los escritores que vuelven a aparecer en esta lista son: Herman Melville y Pitigrilli. Asimismo, libros muy buenos no ingresaron en esta lista debido, a que si bien me alimentaron con geniales fragmentos, no lo hicieron así con una obra; libros que releería, pero no en su integridad, libros como Estrella distante de Roberto Bolaño, La rueda de los ocios de Camilo José Cela, La lucha contra el demonio de Stefan Zweig, La letra e de Augusto Monterroso, Tierras de Cristal de Alessandro Baricco, y Mi reino por este mundo de Jotamario.
Los trece títulos:

Giovanni Papini
Compañía Editorial Continental S. A.
Traducción de Carlos Juan Vega

Henri Murger
Editorial Poseidón - Buenos Aires
Traducción de Agustin Natal

Patrick Süskind
Editorial Seix Barral
Traducción de Pilar Giralt
H. G. Wells
Editorial Librería Hachette S. A.
Traducción de Alfonso Hernández Catá

Pitigrilli
Ediciones Apia
Traducción de H. F. M.
Herman Melville
Editorial Oveja Negra

Juan José Millás
Alfaguara

Italo Calvino
Minotauro
Traducción de Aurora Bernárdez

Albert Camus
Alianza Editorial
Traducción de Bonifacio del Carril

Edicion de Christopher Silvester
Editorial Aguilar
Traducción de Herminia Bevia y Antonio Resines

Enrique Vila- Matas.
Editorial Alfaguara

Juan José Saer.
Folios ediciones

Louis-Ferdinand Céline
Editorial Planeta
Traducción de Carmen Kurtz
¿Por qué "Viaje al fin de la noche" encabeza esta lista?
Viaje al fin de la noche de Céline es un monumento a la misántropia y a la vanalidad de los que luchan contra un destino distópico. No en vano ha sido canonizada por una gran cantidad de escritores y la academia. Un libro que debe ser leído en estos tiempos ridículos de héroes de escaparate. Eso sí, se lo advierto, la lectura de este novela no se acaba después de haber recorrido la última de sus oraciones, después de haber cerrado el libro; la lectura de Viaje al fin de la noche no se acaba nunca. Ciertamente, hablamos de un obús que nos impacta de frente, que nos deja en la condición de la que nunca debímos haber salido: la muerte o, mejor aún, la inexistencia.
Ferdinand Bardamu, álter ego de Céline, no podrá gozar de un minuto de paz, sufrirá las consecuencias de una guerra que no terminará sino es en la hora de su muerte.
Mmmm...
!Ah, sí! Respecto a los otros libros. Por favor, encuentre justificativos por su cuenta.
uhhh q buena lista gran amigo... gran valor!
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