En nuestros suelos no es extraño el encontrar puestos que expenden diferentes productos y servicios al aire libre. Lugares muy concurridos, poco concurridos; gentes quienes los atienden de humores sanos y hasta sin humores. Mientras uno camina, sea a paso lento, sea a paso apurado, siempre puede encontrar a alguien situado sobre una vereda ofreciendo algún producto. El color de piel de esta persona y su vestimenta puede estar compuesta por un vestido, una pollera, e incluso un pantalón; su color de piel puede variar, negra tendido a lo azul, café sin leche, café con leche, leche no más, todas estas combinaciones, o hasta moteada en las mejillas por un tiente rojizo. Es imposible negarlo, en Bolivia reina el comercio informal. Quienes gobiernan en este suelo mercantil son ellos(as), y sus asociaciones minoristas, de expositores, vendedores, comerciantes, vivanderos, etc.
Bueno, no es mi interés el discutir respecto a las implicaciones de tal característica diferenciadora de nuestro país con otros en el mundo (¿O tal vez ni tan diferenciadora?). Pero esto, puede tener ribetes buenos para un grupo de gente impulsada por la necesidad de alimentación y consumo de otros bienes o servicios, quienes no encuentran otra solución que salir a las calles, aún sabiendo que actuando de esta manera no aportarían en mucho a la economía de nuestro país; actuando no por eso de manera financiera irresponsable con su familia. Si, lo que piensas también es cierto, no pagan impuestos por esta actividad, las calles se inundan de basura, no existen garantías al adquirir sus productos o servicios, aparte del mutuo conocimiento del casero (comprador o vendedor asiduo cuya relación comercial el uno con el otro al parecer es buena). Ahí dejamos lo que equivocadamente pueda estar aseverando, entiéndanme, todo esto no es más que el producto de relación existente entre mi entorno, mi cabeza, y mis manos. Pero... ¿No será irrefutable nuestra aceptación consciente o inconsciente a ellos(as)? o lo más seguro, ¿No estaremos dejando de atender nuestros puestos de venta en aquella calle enumerada o poseedora de cierto nombre de boliviano o extranjero "ilustre"?. La respuesta es vuestra. Por eso no voy a tratar de divagar más respecto a las implicaciones buenas o malas del comercio informal en Bolivia, mi única intención es relatarles una conversación con una mank'apayera (vendedora informal de comida al aire libre). Una conversación bastante agradable...
Si, yo se, para eso debería haber ido al grano. Mis disculpas no servirán de nada. Pero no pierdo nada diciendo que espero me disculpen ustedes, o usted si le, o les hice perder valiosos minutos de tiempos en su vida, de su gusto por oír o ver informativos para acercarnos a la coyuntura "hot" en nuestro país.
Al grano, allí voy antes de que en su comentario manifieste ira, bronca o demases.
Si pues amigos, les voy a relatar un fragmento, una historia. Será pero en otro momento, hay algo impidiendome tratar temáticas respecto a una manq'apayera, quién vende en la "feria 16 de julio", quién me trato bastante bien, con quién intercambie palabras, quién me relato como es que se levanta de cama temprano todos los jueves y domingos con el objetivo armar y acondicionar su puesto, compuesto por mesas, ollas, calderas, vasos, baldes de agua, ingredientes culinarios, una chiwiña (sombrilla rústica), etc, etc. Me disculparán espero, estoy demasiado cansado para contarles como ella ayudada por sus hijos sale con rumbo a la feria a las seis de la mañana, regresando a casa a las diez de la noche, cansada (como yo lo estoy ahora). Tampoco podré decirles como prepara primero el desayuno, luego el almuerzo, luego el té, finalmente la cena para ofrecerlo a compradores o compañeros comerciantes de quién sabe que dento la feria más grande de Bolivia (situada en la ciudad de El Alto). Menos aún tengo la suficiente voluntad como para compartir que ella cuando no vende alimentos y bebidas los jueves y domingos de feria, dedica su tiempo a otra actividad comercial (también informal), peor aún la voluntad alcanza para detallar respecto a la curiosa, gracia y mutuas sonrisas que nos causo el comprender como los nombres influyen en las personas, ya sea te llames Juana y seas muy buena, ya sea te llames Gloria y seas centrada y buena madre, ya sea te llames Mónica y seas muy fuerte y centrada, o Jack, David, Michele, Charlote...
¡¡¡Basta!!! No pienso decir más. Mis dedos y mis intenciones se han visto tentados por seguir, pero le puse bajo aviso, estoy muy cansado. Además tal vez no les importe. Tal vez no me importe.
Bueno, no es mi interés el discutir respecto a las implicaciones de tal característica diferenciadora de nuestro país con otros en el mundo (¿O tal vez ni tan diferenciadora?). Pero esto, puede tener ribetes buenos para un grupo de gente impulsada por la necesidad de alimentación y consumo de otros bienes o servicios, quienes no encuentran otra solución que salir a las calles, aún sabiendo que actuando de esta manera no aportarían en mucho a la economía de nuestro país; actuando no por eso de manera financiera irresponsable con su familia. Si, lo que piensas también es cierto, no pagan impuestos por esta actividad, las calles se inundan de basura, no existen garantías al adquirir sus productos o servicios, aparte del mutuo conocimiento del casero (comprador o vendedor asiduo cuya relación comercial el uno con el otro al parecer es buena). Ahí dejamos lo que equivocadamente pueda estar aseverando, entiéndanme, todo esto no es más que el producto de relación existente entre mi entorno, mi cabeza, y mis manos. Pero... ¿No será irrefutable nuestra aceptación consciente o inconsciente a ellos(as)? o lo más seguro, ¿No estaremos dejando de atender nuestros puestos de venta en aquella calle enumerada o poseedora de cierto nombre de boliviano o extranjero "ilustre"?. La respuesta es vuestra. Por eso no voy a tratar de divagar más respecto a las implicaciones buenas o malas del comercio informal en Bolivia, mi única intención es relatarles una conversación con una mank'apayera (vendedora informal de comida al aire libre). Una conversación bastante agradable...
Si, yo se, para eso debería haber ido al grano. Mis disculpas no servirán de nada. Pero no pierdo nada diciendo que espero me disculpen ustedes, o usted si le, o les hice perder valiosos minutos de tiempos en su vida, de su gusto por oír o ver informativos para acercarnos a la coyuntura "hot" en nuestro país.
Al grano, allí voy antes de que en su comentario manifieste ira, bronca o demases.
Si pues amigos, les voy a relatar un fragmento, una historia. Será pero en otro momento, hay algo impidiendome tratar temáticas respecto a una manq'apayera, quién vende en la "feria 16 de julio", quién me trato bastante bien, con quién intercambie palabras, quién me relato como es que se levanta de cama temprano todos los jueves y domingos con el objetivo armar y acondicionar su puesto, compuesto por mesas, ollas, calderas, vasos, baldes de agua, ingredientes culinarios, una chiwiña (sombrilla rústica), etc, etc. Me disculparán espero, estoy demasiado cansado para contarles como ella ayudada por sus hijos sale con rumbo a la feria a las seis de la mañana, regresando a casa a las diez de la noche, cansada (como yo lo estoy ahora). Tampoco podré decirles como prepara primero el desayuno, luego el almuerzo, luego el té, finalmente la cena para ofrecerlo a compradores o compañeros comerciantes de quién sabe que dento la feria más grande de Bolivia (situada en la ciudad de El Alto). Menos aún tengo la suficiente voluntad como para compartir que ella cuando no vende alimentos y bebidas los jueves y domingos de feria, dedica su tiempo a otra actividad comercial (también informal), peor aún la voluntad alcanza para detallar respecto a la curiosa, gracia y mutuas sonrisas que nos causo el comprender como los nombres influyen en las personas, ya sea te llames Juana y seas muy buena, ya sea te llames Gloria y seas centrada y buena madre, ya sea te llames Mónica y seas muy fuerte y centrada, o Jack, David, Michele, Charlote...
¡¡¡Basta!!! No pienso decir más. Mis dedos y mis intenciones se han visto tentados por seguir, pero le puse bajo aviso, estoy muy cansado. Además tal vez no les importe. Tal vez no me importe.
Y bueno... Como vos te disculpas por los párrafos iniciales yo te condeno a desperdiciar tus valiosos minutos de TU vida en lo que se me vino a la mente mientras leía.
ResponderEliminarCon los informales tenemos puchos disponibles en cualquier momento, incluso comprando por sueltos. En Chilito toca entrar a algún establecimiento y además sólo por cajetilla. Esto no significa nada puesto que no voy a desarrollar ninguna idea a partir de tal historia (además si buscas bien igual encuentras puchos sueltos en Chile). Solamente te estoy haciendo gastar minutos de tu tiempo, reciprocidad manda, jajajajaja. Me siento vengado.
Yo igual estoy bien cansado viejo, son las 3.24 según la compu y eso definitivamente no le importa a nadie. Mañana sábado hay guitarras donde la clarita, mejor beber. Sino el lunes en el megaevento no atigrado de la fecha.
Boris:
ResponderEliminarMi hermano perón por contestarte tan tarde. Mi intención era la de hacerte creer que no perdería mi tiempo leyendo los comentarios de esta divagación mía jajaja. Sin embargo terminé al final leyendo tu comentario por dos oportunidades. Lo cual siginifica doble venganza para ti.
El cansansio siempre nos llega hermano. Sin embargo las altas horas de la noche en que dedicamos minutos y ahsta a veces horas a nuestro espacios colgados en la red bien merenecen la pena. Al parecer como plasmaba la Cami en un post muy deli, somos blogueros que posteamos a pesar de que nadie más que los amigos nos lean.
Una pena no haber ido donde la Claritss. Como sabes estuvimos en el evento no atigrado de la noche. Claro, tú tricionando a la celeste por cubrir tamaño evento que al final quedó en poco para las promesas atigradas y lo que le hicieron al Papirri los dirigentes maleantes de siempre. En serio que te ví mal por segunda vez, preocupandome a tal extremo de olvida que tu casa quedaba en la mismisima Jaén con la intención de dejarte seguro. Espero seas tú quién se preocupe cuando me encuentre en un estado más deplorable y con sabor etílico al tuyo pasado.
Abrazos fraternos mi hermano.
hola y saludos, mi nombres es Jorge y soy un estudiante de de la univ. la verdad que es interesante el tema del comercio informal, mala suerte que no terminaste tu ensayo. sin mebargo yo realizo una inestigacion en la ciudad de potosi referido al tema, en el cual, encontre una asociacion de comerciantes informales, de aproximadamente 250a 300 afiliados donde un 60% se habia endeudado a entidades finacieras que les prestaron dinero pero que no pudieron pagar, y actual mente señalan los dirigentes que estos prestamos los han llevado a un circulo vicioso donde ellos deben de pagar los creditos (prestamos) con otros prestamos, lo cual no permite que los vendedores hayan acumulado un pluz valor respecto a sus ventas en proyeccion al crecimiento y estavilidad economica, sino mas bien a realizar esta actividad solo para sobrevivir en el dia. he aqui el problema hasta donde el credito debe ser para desarrollar y no para endeudarse, ademas que tiene un nivel academico de formacion de 3º de primaria en su mayoria y analfebetos en su matoria; haver si me citan algun libro de ref. comercial . del funcionamiento de los bancos o entidades financieras respecto aprestamos por fa, saludos
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