Bajo presión a los 20 años

Espera... Mirá... Lo que sucede es que... Al final... Todo pasó... Por favor cálmate...

Perdón, perdón. Dame un instante. Es que son demasiadas cosas. Nunca le había levantado la mano a nadie. Es mi cabeza. Bueno lo que hay dentro mi cabeza. Y no vayas a pensar que estoy enfermo o que me sucede algo en la cabeza. Porqué no estás pensando eso ¿O me equivoco? Perdón. Es demasiado. Simplemente es demasiado. Te acercas diciéndome esto con tanta calma. Yo en cambio estoy preocupado. Tu ya has hecho parte de tu vida. Esta oficina y estas cuatro paredes limpiamente acabadas, el escritorio que te da la autoridad que mereces, el título finamente enmarcado en cristal sobre tu cabeza, la raja de tu falda. Ves tú tienes demasiado. Mucho más de lo que yo poseo. Y no ambiciono todo esto. Pero... Vez, estoy muy preocupado. Estoy preocupado por los dos. Mjhhhh. E... Mjhhhh. Estoy preocupado por mi. Es que como puede ser que te vengas a embarazar. No puedo comprenderlo. Aunque... ¡Si!. Eran al final horas extras las cuales yo pasaba en la oficina. Y si, también disfrutaba de las horas estas. Aunque eso no quita que el vidrio empañado y las huellas grasientas de nuestros cuerpos me dejaban un trabajo más, comenzar el día limpiando el cristal sobre el escritorio. No, no me quejo. No lo tomes a mal. Mucho menos pienses en despedirme. Necesito el trabajo para mantenerte ¿no? JAJAJAJA. Notas el cambio de animo que está aconteciendo en mi. Sé que lo notas.

¿Quién imaginaría no? Yo en este problema. Con apenas 20 años. En mi primer trabajo. Viviendo mi primera experiencia amorosa. Porque espero que sea amor lo que siento por ti. Sinceramente así lo espero. Y no son las arrugas y la papada de tu cara el motivo para preguntarme mis sentimientos hacia ti. No. Es que considero que así debe ser. Lo que no me cabe en la cabeza es como podría presentarte ante mis padres ahora. Es difícil. Si te contase la exclamación y la expresión de la cara de mi madre cuando le dije que ya tenía mi primera chica, muy a pesar de estar en una relación bastante inocente. ¿Sabes tenía planes? Claro a pesar de mi edad estaba planificando aunque en lo mínimo mi vida. No sé, si bien no ser abogado como tú, trabajar al menos en una oficina haciendo algo más que limpiar, recibir las llamadas e ir a pedir el café. Pero tenías que salirte con el gusto. Perdón, digo. Es que no puedo entender como tu pudiste escogerme a mi para esto, habiendo tantas otras personas en este cochino mundo ¿Por qué cerraste la oficina con llave? ¿Por qué te acercaste y me preguntaste si conocía a la pasión? ¿Por que te abalanzaste y me hiciste caer ante ti como si de algo tan deseado se tratara? ¿Por qué? Ahora me vienes con esta noticia. De paso me vienes a decir que lo que sentías por mi inexplicablemente es amor. Qué si no termino estableciendo una familia contigo, hablarás con mis padres. Que iniciarás acciones legales para conmigo...

Por eso estás así. Amordazada, atada y yo bajándome el pantalón para disfrutar por ultima vez de aquel placer que inevitablemente terminaría en tormento. Por ello hoy he dejado de asentir. De ceder ante ti. Para hacer mi vida. Sin vos. Aunque te quiera con todo y tus 50 años. Lo más seguro lejos de mi familia porque con tantas amistades que tienes mínimo voy a terminar por ser alguien buscado por la justicia. Aunque eso no es lo malo, la justicia es lo de menos ahora. Ahora lo que me preocupa es que nunca supe como usar el cuchillo y por eso te pido disculpas si sangras y esto te llegue a doler un poco.